Oración por "El" Milagro

Oración para pedir un MILAGRO

Oración por un caso muy difícil o imposible

Tomar toda la armadura de Dios (Efesios 6:10-18)

Nos fortalecemos con el gran poder de YESHÚA HAMASHIAJ. Nos ponemos toda la armadura de Dios y hacemos frente a todas las artimañas del diablo, y cuando llegue el día malo, permaneceremos firmes resistiendo hasta que acabe la batalla. Nos ceñimos con el cinturón de la verdad, y nos protegemos con la coraza de justicia, y calzamos nuestros pies con el ánimo de proclamar el Evangelio de la Paz. Ahora tomamos el escudo de la FÉ con que vamos a apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomamos el casco de salvación y la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios. Como guerreros oramos todos los días y nos mantenemos alertas y perseverantes en oración de los unos por los otros.

Salmos 143:11 (Nueva Versión Internacional)

11 Por tu *nombre, Señor, dame vida; por tu justicia, sácame de este aprieto.

Salmos 138:7 (Nueva Versión Internacional)

7 Aunque pase yo por grandes angustias, tú me darás vida; contra el furor de mis enemigos extenderás la mano: ¡tu mano derecha me pondrá a salvo!

Salmos 138:3 (Nueva Versión Internacional)

3 Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis *fuerzas.

Salmos 120:1 (Nueva Versión Internacional)

1 En mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió.

Salmos 118:5-6 (Nueva Versión Internacional)

5 Desde mi angustia clamé al Señor, y él respondió dándome libertad. 6 El Señor está conmigo,

y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple *mortal?

Salmos 102:1-2 (Nueva Versión Internacional)

1 Escucha, Señor, mi oración; llegue a ti mi clamor. 2 No escondas de mí tu rostro cuando me encuentro angustiado. Inclina a mí tu oído; respóndeme pronto cuando te llame.

Salmos 86:6-9 (Nueva Versión Internacional)

6 Presta oído, Señor, a mi oración; atiende a la voz de mi clamor. 7 En el día de mi angustia te invoco, porque tú me respondes. 8 No hay, Señor, entre los dioses otro como tú, ni hay obras semejantes a las tuyas. 9 Todas las naciones que has creado vendrán, Señor, y ante ti se postrarán y glorificarán tu *nombre.

Salmos 50:14-15 (Nueva Versión Internacional)

14 ¡Ofrece a Dios tu gratitud, cumple tus promesas al *Altísimo! 15 Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás.»

Salmos 37:39-41 (Nueva Versión Internacional)

39 La *salvación de los justos viene del Señor; él es su fortaleza en tiempos de angustia.

40 El Señor los ayuda y los libra; los libra de los malvados y los salva, porque en él ponen su confianza.

Salmos 34:6-9 (Nueva Versión Internacional)

6 Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias. 7 El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. 8 Prueben y vean que el Señor es bueno;*dichosos los que en él se refugian.9 Teman al Señor, ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen.

Salmos 32:7 (Nueva Versión Internacional)

7 Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación.

Salmos 31:7-8 (Nueva Versión Internacional)

7 Me alegro y me regocijo en tu amor, porque tú has visto mi aflicción y conoces las angustias

de mi *alma. 8 No me entregaste al enemigo, sino que me pusiste en lugar espacioso.

Salmos 27:2-4 (Nueva Versión Internacional)

2 Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen. 3 Aún cuando un ejército me asedie,

no temerá mi *corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.

4 Una sola cosa le pido al Señor, y es lo único que persigo: habitar en la casa del Señor todos los

días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y recrearme en su templo.

Salmos 25:15 (Nueva Versión Internacional)

15 Mis ojos están puestos siempre en el Señor, pues sólo él puede sacarme de la trampa.

Salmos 25:18 (Nueva Versión Internacional)

18 Fíjate en mi aflicción y en mis penurias, y borra todos mis pecados.

Salmos 23:5 (Nueva Versión Internacional)

5 Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi

cabeza; has llenado mi copa a rebosar.

Salmos 18:6 (Nueva Versión Internacional)

6 En mi angustia invoqué al Señor; clamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo;

¡mi clamor llegó a sus oídos!

Salmos 9:9-10 (Nueva Versión Internacional)

9 El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia. 10 En ti confían

los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan.

Salmos 4:1

1 Responde a mi clamor, Dios mío y defensor mío. Dame alivio cuando esté angustiado,

apiádate de mí y escucha mi oración.

Salmos 4:3 (Nueva Versión Internacional)

3 Sepan que el Señor honra al que le es fiel; el Señor me escucha cuando lo llamo.

Salmos 92:10-11 (Nueva Versión Internacional)

10 Me has dado las fuerzas de un toro; me has ungido con el mejor perfume. 11 Me has hecho ver la caída de mis adversarios y oír la derrota de mis malvados enemigos.

Oración.

LA BATALLA.

Padre Eterno: Tomamos valentía, esfuerzo y ánimo y nos levantamos porque tú eres nuestra fuerza cuando somos débiles. TU NOMBRE ES FIEL Y VERDADERO, y tú reinas y dominas aún en medio de lo que parece tan difícil e inexplicable. nuestra completa y única confianza está en tí, Dios. nos amarramos ahora a tí, nos amarramos o aferramos a tu Palabra, porque tu Palabra no volverá a tí vacía. Esperamos en tu palabra de devolvernos todo lo que hemos perdido o nos fue robado, en el nombre de Jesús. Pronunciamos Proverbios 6:31 sobre nuestra vida:

todo lo que nos fue tomado nos será devuelto siete veces. Decretamos que ninguna arma forjada contra nosotros prosperará, y que cada lengua que se levante contra nosotros, evidenciará estar equivocada. Señor, gracias por ser escudo alrededor de nosotros. Gracias por enviar tu ángel que nos guía en el camino. Tú eres nuestra máxima protección, gran escudo, y nuestro refugio está en tí. Nada hay que pueda separarnos de tu amor: ni la muerte ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni poderes, ni lo presente, ni lo porvenir, ni la altura, ni la profundidad, ni ninguna otra cosa creada podrá separarnos del amor de Dios. Estás perfeccionando nuestra FÉ, estamos siendo llevados a un nivel sobrenatural donde podemos ver ejércitos de ángeles y sus carros alrededor nuestro y a favor mío y cuando ordene a este monte que se mueva, este monte se moverá. Tú cumplirás tu propósito en nosotros. Echamos toda nuestra ansiedad sobre tí porque sé que nos cuidas. Señor, cuando nos rendimos a tí nos regocijamos y nos sobreviene abundancia de paz. Sé que todas las cosas, operan en conjunto para el bien de los que te aman y son llamados de acuerdo con tu propósito.

Hoy estamos llamados, de acuerdo con tu propósito; por lo tanto, sé que esta breve tribulación pronto será como aguas que pasaron. Esto acarreará un gran testimonio y gloria para tí. Señor, gracias por confiarnos esta tribulación. sabemos que no pondrías sobre nosotros más de lo que podemos soportar.

Este desafío de nuestras vidas está desarrollando paciencia en nosotros. La paciencia que estamos recibiendo está templando nuestro carácter y hace que te conozcamos cada vez más, y cada vez la esperanza crece más en nosotros.

Por la esperanza que estamos extrayendo de esta experiencia, no estaremos desilusionados al final.

Ningún espíritu de miedo, preocupación, desesperanza, depresión o angustia atormentará nuestra alma. El pánico, el espanto, el terror se alejan de nosotros ahora en el nombre de Jesús. El espíritu de derrota es reemplazado por la victoria. No tenemos un espíritu de temor; tenemos espíritu de poder, amor y dominio propio.

Señor, tomamos autoridad sobre cada espíritu de oposición que viene a contender con tu divino propósito para nuestras vidas.

No nos sobrevendrá fracaso. No nos sobrevendrá derrota.

No nos sobrevendrá desánimo, ni turbación, no nos sobrevendrá confusión.

No seremos avergonzados ni humillados frente a nuestros enemigos. Unges nuestras cabezas con aceite, nuestra copa está rebozando. Atamos el espíritu de distracción que viene a enredarnos y desanimarnos.

¡No somos movidos por lo que vemos! Caminamos por FÉ y no por vista. Soltamos la voz de la FÉ sobre nuestra situación y decimos que nuestro Padre es nuestro gran SUSTENTADOR. Nada nos faltará. Nuestro Dios suplirá toda nuestra necesidad conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Cada una de nuestras necesidades ya están cubiertas.

No hay carencia en nuestras vidas. Las puertas se están abriendo a nuestro favor.

Nos regocijamos de saber que nunca nos has dejado, ni tampoco nos has abandonado. Prometiste estar con nosotros en el problema y salvarnos, porque hemos conocido tu nombre Jesucristo, Aunque el enemigo, venga como río.

Más el Espíritu del Señor, levantará bandera contra él. ¡¡jesús, tu nombre es una torre fuerte.!! Corremos y nos refugiamos en ella y estamos seguros. Toda flecha o dardo enviado contra nosotros, no dará en el blanco, será desviado y caerán.

Las flechas repentinas: ataques, catástrofes, calamidades, emergencias, tormentas, desastres, peligros, acusaciones, juicios o palabras de juicio, traumas y cualquier otra cosa que vengan para lastimarnos a nuestra familia o a mí no nos dañarán, porque estamos cubiertos por la sangre de Jesús. Padre Santo Altísimo: tú sabes todas nuestras necesidades, aún antes de abrir nuestros labios, Tú ya sabes lo que vamos a decir, aún lo que pensamos, Tú lo sabes todo. Te encomiendo ahora nuestro caso, nuestra necesidad y te rogamos por “ese” milagro (especificamos), porque NADA HAY IMPOSIBLE PARA TI.

Te encomendamos que obres ahora en la situación que nos agobia: ............................................................................................................................................ (Nombre la situación).

hable con Dios de toda su situación y exprese EXACTAMENTE, lo que usted desea, pero de todos modos sujétense a la voluntad y al tiempo de EL para obrar “EL” milagro que usted necesita.

Sujetamos y sometemos a ti todo este caso, sea hecha tu voluntad.

Encomiendo a ti Señor Jesús mi situación y, confío plenamente en tí, AGUARDO TU MANIFESTACIÓN PODEROSA, la aguardo con todo mi corazón. Que todo sea hecho según tu voluntad. Sé que eres inmensamente justo y sé que no llegarás tarde a socorrerme. Pronuncio tu Victoria ahora, no voy a desmayar, porque veré tu gloria en la tierra de los vivientes.

Manifiéstate en mi vida y en la vida de los que me rodean.

Muchas gracias, bendigo tu Santo nombre y te doy gracias porque ya has hecho el milagro que tanto necesito.

TODO EN EL PODEROSO NOMBRE DE JESUCRISTO EL SEÑOR, Amén y amén.

#Antiguos